domingo, 1 de febrero de 2015

Carta de vexilología a Pablo Iglesias

Estimado Pablo,

Leo con interés un artículo publicado en Rebelion.org en el que opinas que el himno español es una «cutre pachanga fachosa» y te quejas de aguantar «la bandera monárquica y postfranquista». Como profesor universitario que eres, querido Pablo, deberías intentar no confundir al personal y conocer el origen de los símbolos nacionales. Símbolos, por otra parte, adquiridos como tales en la Constitución Española de 1978, ratificada en referéndum por el pueblo español el 6 de diciembre de 1978 con un 88% de votos a favor.

El himno nacional, querido Pablo, como sabrás, es la Marcha Real o Marcha de Granaderos, himno de nuestro país desde el siglo XVIII. En 1770, Carlos III la declaró Marcha de Honor, y aunque no fue hasta el reinado de Isabel II cuando fue adoptada como himno oficial del Reino, es sin duda más longevo que el Himno del Riego, que disfrutó de oficialidad durante la Segunda República. De hecho, incluso durante la Primera República, tras la Gloriosa, querido Pablo, y a pesar de ser convocado un concurso público para crear un himno nacional, la Marcha de Granaderos continuó siendo himno oficial. 

En lo tocante a la bandera, querido Pablo, sé que gustáis de contar la Historia como si Franco fuese el principio y el fin. De hecho, estoy seguro de que os encantaría que no hubiese mundo antes de Franco. Que Dios hubiese dicho en las Escrituras: "Hágase la luz", y al día siguiente clamase: "Hágase Francisco Franco", para así entender el mundo como una dicotomía entre República y Franquismo. Pero hay más mundo y más Historia antes de la Segunda República que legitima la historia de los símbolos nacionales. ¿De verdad, querido Pablo, tengo que ser yo, un humilde mindundi, quien te diga que la actual bandera es el mismo pabellón elegido por Carlos III en 1785? ¿De verdad, querido Pablo, he de ser yo quien te diga que la bandera rojigualda se mantuvo incluso en la Primera República, y que por lo tanto no hay una bandera bicolor monárquica y una bandera tricolor republicana? ¿De verdad tengo que ser yo quien te diga que la bandera rojigualda tiene, tras de sí, más de dos siglos de Historia, mientras que la tricolor solo tuvo seis?

No hace falta ser un lumbreras para conocer estos datos. Cualquier mindundi puede consultarlos en Wikipedia o en alguna página web de interés. Pero sí me sorprende, querido Pablo, que un político llamado a gobernar tenga esa mortífera verborrea en materia de vexilología y heráldica. ¿Es que no conoces la Historia, cosa que pongo en duda siendo profesor de Universidad, o mientes a propósito para crear confusión? Sabrás, querido Pablo, que los símbolos no tienen derechos de autor. Franco no es autor de ningún símbolo. Los símbolos nacionales trascienden gobiernos y regímenes y representan con el paso de los años a la sociedad de cada país. Lo puedes ver en cualquier competición deportiva cuando suena la Marcha Real. Lo mismo sucede con la bandera, cuyo escudo nacional es el símbolo por referencia de la pluralidad territorial de España.

¿De verdad, querido Pablo, puedes aspirar a gobernar un país sometiendo a mofa los símbolos nacionales, que son la quintaesencia representativa de España tanto en el interior como en el extranjero? ¿Acaso Tsipras, de cuyo lado te posicionas, se mofa de la bandera griega? Sé un poco más consecuente con esa exaltación permanente que gastas, estimado Pablo, porque creo que tienes un cacao mental muy profundo.

Un afectuoso saludo.

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