Siempre es lamentable ver cómo sale a la luz una corruptela en
España, pero más lamentable y ruin es ver cómo quienes se erigen en
guardianes de la ética y la moral cometen las mismas mezquindades que
sus adversarios políticos. A las VPO de Tania Sánchez y Pablo Iglesias, a
la beca de Íñigo Errejón, a la condena en firme de Rita Maestre por
asaltar una capilla, a los 420.000 euros de Juan Carlos Monedero, al
empleado de Pablo Echenique que tenía sin cotizar a la Seguridad Social,
a los sueldos en B en La Tuerka y al dinero crudo que se llevó la
fundación CEPS por “trabajos de asesoría”, súmenle ahora el caso de la
vivienda pública de Ramón Espinar, que compró y vendió una VPO en menos
de un año con un margen de beneficio de 30.000 euros. Un suma y sigue
continuo que parece no tener fin.
Según los hechos, Espinar
compró una casa haciendo uso del 15% libre de una promoción de VPP en
Alcobendas, pagando una entrada de 52.000 euros que supuestamente eran
los ahorros de su padre, su madre y su abuela, y la vendió al cabo de
unos meses, aun obteniendo una hipoteca de 92.000 euros del BBVA,
sacando un beneficio de 30.000 euros que usó para pagar un máster y un
ordenador (sic). Y sin embargo, surgen multitud de dudas: ¿cómo es
posible que, sin residir en Alcobendas, la promotora le designase una
VPP? ¿Cómo es posible que, sin declarar ingresos en 2010 y siendo
estudiante, pudiese subrogarse a una hipoteca de 92.000 euros? ¿No
resulta cuanto menos sospechoso que su padre, Ramón Espinar, y el entonces alcalde de
Alcobendas, fuesen amigos y consejeros de Caja Madrid? Si el beneficio
bruto fue 30.000 euros y Espinar habla de 20.000 euros, ¿dónde están los
10.000 restantes que vincula a “gestiones de operación"? ¿Cuál es el
origen real de los 52.000 euros de entrada? ¿Desde cuándo un máster y un
ordenador cuestan 20.000 euros?
Y el quid de la cuestión: si
eres el azote de los corruptos y encima criticas a quienes especulan y
hacen negocio con la vivienda, ¿por qué narices tienes la desfachatez de
hacer lo mismo con una VPP pudiendo cederla a la promotora para que
haga uso de ella otra familia necesitada? ¿Cómo puedes tener la caradura
de erigirte en adalid de la regeneración cuando haces lo mismo que
aquellos a los que criticas? ¿Y cómo pretendes, junto con la turba de
podemitas que te rodean, intentar tapar el escándalo echando mierda
contra los medios de comunicación, haciendo creer al personal que hay
una conspiración judeomasónica contra vosotros?
La hipocresía y
falta absoluta de ética de muchos miembros de Podemos empieza a rayar lo
absurdo. Sin haber tocado apenas poder, va surgiendo la podredumbre de
su pasado, la irresponsabilidad de una castuza que critica al Régimen
con una mano mientras con la otra se aprovecha del mismo para sus
propios intereses. Y para colmo, en vez de dar ejemplo, se tapan entre
ellos usando las mismas técnicas que la vieja política: señalar al
adversario y al periodismo como chivos expiatorios y soltar la
mamarrachada de “la máquina del fango” para que su redil de ovejas balen
a placer. No dejan de ser copias baratas de una vieja casta política
que, para más inri, pretenden darnos lecciones de ética cuando son los
primeros que deberían callarse. Y encima tienen la desfachatez de hablar
de potenciales ladrones en el Parlamento. Mírate al espejo, Pablo, y
lávate la boca con lejía, que tienes mucho que callar. Y eso sin haber
tocado poder.