viernes, 17 de abril de 2015

Panem et circenses


 

Señoras y señores, ladies and gentleman, acércense a presenciar el circo mediático en torno a la detención de Rodrigo Rato. Diviértanse vuesas mercedes con la larga puesta en escena de corte hollywoodiense. Acércense y palpen la treinta de cámaras llamadas a filmar la detención de Don Rodrigo, antiguo Ministro de Economía y Vicepresidente del Gobierno de José María Aznar, director del FMI y Presidente de Bankia. O Ministro de Bankia, director de José María Aznar y Vicepresidente de Economía, no recuerdo.

Vislumbren el gran despliegue mediático llamado a colonizar una calle de los Madriles, Villa y Corte, antes de la llegada de la Policía. Vean sorprendidos, cariacontecidos, conmovidos, estupefactos, atónitos, patidifusos, turulatos y alelados cómo la Policía Nacional agacha la coronilla raspeada de Don Rodrigo para entrar en el coche, aun no estando esposado. Santa Bárbara bendita, madre de San Agustín, se nos persigna una señora. «¡Daos preso en nombre del Rey!», se oye decir en los intestinos del edificio. Poco después, un agente rumia a las afueras: «Disculpe usía, que soy un mandado y vive Dios que no me gusta mi trabajo». «No importa, señor agente, siempre y cuando me convide luego a una copita de orujo», dice Don Rodrigo, derrotado en su Guadalete, «pero ordenen prender a mis oponentes».

Vean, damiselas y gentileshombres, cómo se desplaza el coche hacia su despacho, apenas trescientos metros allende su casa, que equivalen a novecientos pies castellanos y a trescientas cincuenta y nueve varas de las de Alicante. Luego hablan del cambio climático en vez de afinar los glúteos con un paseo vespertino. Y vislumbren el chusco comentario de la plebe llamando a colgar de la soga a Don Rodrigo, ladrón locuaz de guante blanco y billetera gastiza en materia de licores prohibidos por el Santo Oficio. Y deténganse a conocer la orden de detención del juez de guardia para evitar caer en una detención ilegal, dejando de lado al juez Andreu, instructor del caso Bankia, que ahora no pinta nada.

Déjense apabullear por todo este galimatías. Coman algarrobas, palomitas, golosinas y arceas vivas. Canten vivas, hurras o muertes, vil soga al gaznate, me acojo a sagrado y vivas a la Pepa mientras os tienen entretenidos. Que es menester loar el pan y el circo montado por Gobernación. Sorayazo by the face. Y vive Cristo que lo hace bien. Aunque la efusividad, el tante y el sonante, el vilipendio y la consternación social trasformada en ira y bilis doquiera pase un español, sobran. Preferiríamos una tarjeta black para amilanar nuestras ansias de rosquillas de anís en el estómago y, ante todo, justicia para los preferentistas. Welcome, ladies and gentleman!

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