viernes, 22 de enero de 2016

Nada nuevo bajo el sol


Hace siete meses, Pablo Iglesias aseguró que no sería vicepresidente de Pedro Sánchez. Que nunca iría de la mano del Partido Socialista. Que el PSOE, al igual que el Partido Popular, era un partido corrupto y salpicado por decenas de casos de corrupción. Que si tarjetas black, que si EREs en Andalucía, que si patatín, que si patatán. O imitando las palabras de Tania Sánchez: «No voy a pactar con el PSOE. No. Punto». La retórica habitual en las filas de Podemos.

Siete meses después, tras las elecciones del 20-D, la retórica podemista parece cambiar, del mismo modo que lo hizo en tres ocasiones su programa electoral. Pablo se ofrece como Vicepresidente de un triunvirato liderado por Pedro Sánchez y vigilado por Izquierda Unida. El Gobierno del cambio, dice, donde primero son los sillones y luego las propuestas. Siete meses en los que el PSOE ha pasado, a ojos de Podemos, de ser un partido de la casta a ofrecer la imagen inmaculada del cambio político; de ser un partido neoliberal a ser un amiguete, un compay, un posible socio de Gobierno. Siete meses en los que llovieron chuzos sobre Sánchez y acólitos que ahora parecen importar poco en las filas socialistas, muy falta de memoria reciente.

Dicen que son el cambio. El Gobierno del cambio. Pero, por el momento, visitando la hemeroteca y vislumbrando el sinfín de discordancias y paradojas, en Podemos han demostrado seguir siendo igual que los políticos de antaño, especialmente esos socialistas de la era de Rodríguez Zapatero a los que criticaban por decir una cosa y hacer la contraria. La premisa máxima continúa siendo la dialéctica del grouchomarxismo: «Tengo estos principios, pero si no le gustan tengo otros». Nada nuevo bajo el sol.

miércoles, 20 de enero de 2016

Adiós, casta; hola, neocasta

 
Hasta hace unos días, y durante los dos últimos años, el Partido Socialista era, a ojos de Pablo Iglesias y la Santa Compañía, el partido de la "casta", el envés de la derecha neoliberal que mercantilizaba las condenadas y sufridas almas del populacho tremendón con recortes en derechos sociales. Era el partido de las tarjetas black, del consejo de administración de Bankia, de las puertas giratorias que giran y giran sin cesar, entrando ora Felipe González ora Trinidad Jiménez, de los ERE, del caso Marea, de múltiples corruptelas y siseos de la caja de bienes y caudales, del denostado régimen de 1978 cuyo candado había que abrir hasta que Iglesias "refundó" su partido en la socialdemocracia nórdica y pasó a decirle simplemente "adiós" y "gracias", con un brindis de J&B y un achís con mocos.

Pero todo forma parte de un pasado muy lejano en una galaxia muy remota, porque Pablo Iglesias va amoldando paultinamente su discurso hacia el entendimiento común de "las izquierdas". A Pablo se le da bien adaptar su discurso para su plebe, aunque en realidad no debería molestarse mucho, porque si hoy sale a un estrado y rutia, su público rutiaría al unísono y no dirá nada del descarado intento de acaudalar más parabienes monetarios con su fragmentación en cuatro grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados. Es, como PP y PSOE, otro partido más de la casta, con su propio rebaño que cree en Pablo como figura mesiánica y redentora y lo adulan como a un escapulario.

En cualquier caso, como no sabemos muy bien disfrazar la realidad con eufemismos, preferimos dejarle la tarea a Íñigo Errejón y a sus núcleos irradiadores. En alas del posible fucturo pacto entre PSOE y Podemos para aupar a Pedro Sánche a la Presidencia el Gobierno, me imagino a sus community mánagers borrando tweets en masa y reeducando en centros especiales a sus comentaristas en redes sociales. Plasticidad fenotípica a tutiplén.

Recuerden, ladies and gentleman: PSOE, bien; PP, mal. PSOE ya no es caca; PP, detritus. Salvar al soldado Pedro, hundir al sargento Rajoy. Visça PSOE. Adiós, casta; hola, neocasta.

viernes, 15 de enero de 2016

El birreme socialista en zozobra

 
Es complicado entender a Pedro Sánchez. De repente se viste con la bandera rojigualda en sus mítines y al poco tiempo sacrifica a cuatro senadores vírgenes de su partido para que la atildada cleptocracia de CiU y sus esbirros de Esquerra prostituyan el Senado con su verborrea antiespañola. Un día se levanta constitucionalista y al siguiente se acuesta con anticonstitucionalistas deseosos de romper España. Un día brava que nunca pactará con el populismo de Podemos, mirando con ojos de leguleyo a la cámara, y al siguiente dice que bueno, que qué le vamos a hacer, que habrá que pactar, aunque enfrente suyo tenga a un partido que pone como punto clave la "autodeterminación" de los "pueblos" de España. Perdón, de "Estepaís". Sic, sic y sic.

Nos encanta el mar de contradicciones en el que navega Pedro Sánchez. Un birreme manejado por socialistas que reman según les viene en gana, ora a bavor, ora a estribor, incluso metiendo la marcha atrás, dependiendo de dónde sople el viento, en medio de un mar agrietado por el kráken de Pablo Iglesias y su sempiterno intento de engullir la embarcación socialista. Nos encanta Pedro por eso, porque nos permite cantidad de escritos sobre su piélago de incoherencias y paradojas, cojeando de pies distintos y haciendo malabares verbales dependiendo de si pisa arena movediza o cemento armado.

Lo que no sabemos, mirando incluso por el bien de los remeros, es si un birreme como el socialista puede mantenerse en calma con un capitán tan insólito. Quizás sea tiempo de otro capitán a bordo para no hacer zozobrar al país. No sé si nos explicamos. ¿Algún capitán Ahab con ganas de centrar el PSOE?

lunes, 11 de enero de 2016

Adiós, Bowie


Se nos ha ido David Bowie. De verdad que no se lo vamos a perdonar. Nos da igual la ley de vida: sin él, el mundo brilla menos y tiene menos luz. No está bien eso de largarse con Joe Cocker, Lemmy Kilmister o BB King y dejarnos aquí a Justin Bieber, Kanye West y a toda la chusma incapaz de reemplazar a los genios de antaño. 

De verdad, no te lo perdonamos, Bowie. Nos haces una putada muy gorda y no nos conformamos con tu despedida en 'Blackstar'. Pero parece que así es la vida y tenemos que resignarnos a perderte, a saber que ya no volverás a deambular por las calles de Nueva York y a tener que escuchar la obra que dejas detrás, sabiendo que no habrá nada nuevo en el horizonte. En cualquier caso, algunos te vamos a echar mucho en falta. Adiós, Bowie.

sábado, 9 de enero de 2016

Carles I de Cataluña

 
Habemus Papam: Carles Puigdemont. Carles I de Cataluña. El esperpento ha llegado a su etapa final después de que la CUP haya llegado a un acuerdo de investidura con Junts pel Sí, coalición liderada por la extinta Convergéncia. Recuerden: un partido anticapitalista, antisistema y antiburgués sellando pactos con un partido de derechas, capitalista y del más rancio abolengo. Coherencia en su grado máximo.

En su intento por mantener el orgullo, la CUP dijo por activa y por pasiva que no querían un President salpicado por la corrupción. Y va Artur Mas y les mete doblado a Puigdemont, señor burgués con estilo capilar a lo Phil Spector y gran afición por pagar obras de arte a través de la empresa gestora del agua. Todo un ejemplo de honradez política, y eso sin tener en cuenta la verborrea clasista y racista que vierte en Twitter.

Huelga decir que Artur Mas no se va porque no lo echan ni con aceite hirviendo. Si Mas hubiese sido el general Murat, hoy seguiríamos siendo franchutes. Será conseller en cap, que es un buen puesto para vestir santos y figurar en el organigrama del 'procés'. Esperemos, por el bien del 'pople', que en el pacto de investidura se especifique la cuantía de un gran retrato al óleo del otrora President que presida el Parlament en sustitución de la bandera rojigualda.

Por ende, el 'procés', o la farsa independentista, sigue adelante. Era algo sabido, delineado con gran fanfarria por las ingeniosas manos del hidalgo Don Artur en su lucha contra los molinos feixistas. Quizás, incluso, los soberanistas tengan suerte y el golpe de Estado, que es la palabra clave escondida detrás del 'procés', acabe en independencia si en España seguimos sin Gobierno, a imagen y semejanza de la Marcha Verde en el Sáhara. Quién sabe. Solo queda por definir si la República de Cataluña será Popular o Pujolesca y si la pensión de Carmen Forcadell la pagará Cristóbal Montoro o Andorra.

viernes, 8 de enero de 2016

Me lo expliquen, por favor



Últimamente leo, entre asombrada y divertida, a multitudes de todólogos -que hace lustros no pisan una Iglesia y no serían capaz de distinguir el Génesis del Apocalípsis- debatir sobre una costumbre tan nacional y cristiana como es la cabalgata de los Reyes Magos. Queridos amigos progres y multicultis, ésta es la única referencia bíblica a los Reyes Magos:

«Jesús nació en Belén de Judea cuando gobernaba el rey Herodes. Y he aquí, unos magos vinieron del oriente a Jerusalén,preguntando: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque al ver su estrella en el oriente, hemos venido para adorarle. Cuando el rey Herodes oyó esto, se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea, porque así está escrito por el profeta: "Y tú, Belén, en la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los gobernadores de Judá. Porque de ti saldrá un guiador,que pastoreará a mi pueblo Israel". Entonces Herodes llamó en secreto a los magos, e indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo: "Vayan, y averiguen con diligencia acerca del niño; y cuando lo hallen, háganmelo saber, para que yo también vaya y le adore". Y ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Al ver la estrella, se regocijaron con gran alegría. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.»

(Evangelio según San Mateo, 2, 1-12)

El resto, queridos amigos, es tradición popular cristiana. A los que disfrutamos con nuestras tradiciones nos va tocando bastante las pelotas que una panda de resentidos porque una monja o un cura los dió una colleja en el colegio, no nos dejen disfrutar de nuestras fiestas. Si no crees, no lo celebres, pero vive y deja vivir. Se llama libertad de culto, y aunque os pese, en este bendito país, los cristianos somos mayoría. Silenciosa, pero mayoría. Así que meteos a vuestras reinonas vestidas de mantel de Ikea por el orto y dejadnos nuestros Belenes, nuestras cabalgatas y nuestros pastores de ocas en paz. Y marchad a celebrar el solsticio de invierno donde os plazca, y que a vuestros críos los traiga los regalos el osito Misha, que sinceramente, me la trae floja.

Pero sobre todo, dejad de dar la plasta en las redes sociales, que sois una panda de cuñaos insoportables sentando cátedra sobre un Evangelio que ni habéis leído ni vais a leer. Y si vais a seguir pegando la chapa con las tradiciones cristianas, por favor, empezad con un "soy un progre resentido corroído por la envidia, os quiero joder y no sé cómo" y así por lo menos podemos elegir no tragarnos las palizas que nos dais, brasas, que sois unos brasas.

miércoles, 6 de enero de 2016

Carta de Artur Mas a SS.MM. los Reyes Magos


Queridos Reyes Magos:

Este año me he portado muy bien. Dividí mi CiU en dos para darle una parte del juguete a Duran i Lleida y convoqué elecciones en mi aula. Y aunque alguna vez sisé de la caja de caudales de papá para quitarle los caramelos, los chicos me han vuelto a votar porque soy un niño bueno y porque prometí independizarles del Claustro de Profesores, que son un nido de víboras fascistas y opresoras.

Este año sólo os pido un sable láser para matar a mis enemigos de la CUP porque no han querido elegirme delegado de la clase. Bueno, y también que vuelva a ser elegido como delegado si tengo que volver a convocar elecciones. Ah, ya de paso, ¿podréis traerme un procés nuevo? Y si no es mucho pedir, ¿podríais quitarme de encima a estos cuatro botiflers que no paran de mirarme mientras os escribo? 

Fdo:
Artur Mas