lunes, 11 de agosto de 2014

Conversaciones entre Esperanza Aguirre y Pablo Iglesias


Aguirre: A ver, Pablo, repite conmigo: "Los etarras son asesinos"
Iglesias: Señora condesa, repita conmigo: "No ofreceré contratos públicos a imputados en la trama Gurtel"
Aguirre: ¡Ay! Pablito, Pablete, repite conmigo: "Venezuela es una dictadura"
Iglesias: Venga, señá condesa, repita conmigo: "Ignacio González es un corrupto"
Aguirre: Pablo, Pablo, que te la estás buscando... Repite conmigo: "No volveré a aceptar dinero del Gobierno de Venezuela"
Iglesias: Bueno, bueno, señora condesa, confiese que se escabulló usted de la policía en la Gran Vía.
Aguirre: Mira que eres, Pablo, yo solo me lancé en plancha del coche porque había una avispa en el vehículo. Pero de todos modos, repita conmigo: "El comunismo es malo, too bad; el capitalismo es bueno, very good".
Iglesias: ¿Y que hay de los sobresueldos en la cúpula del Partido Popular?
Aguirre: ¿Y de la asesoría de tu número dos, Juan Carlos Monedero, al Gobierno de Hugo Chávez? Repita conmigo, Pablito: "Venezuela no es cool, mola más lo yanqui"
Iglesias: Vamos, ni aunque me corten la melena.
Aguirre: Lo que voy cortarte yo va a ser el rabo y las dos orejas.
Iglesias: A ver si tenemos lo que hay que tener, señá.
Aguirre: ¿El qué? ¿Eh? Que te pego, leche.
Iglesias: El permiso de circulación en regla.
Aguirre: Bueno, ¿qué? ¿Condenamos el terrorismo o nos hacemos un cine?
Iglesias: Condene usted el caso Pokémon.
Aguirre: Y usted el Filesa.
Iglesias: ¿Y qué tengo que ver yo con eso?
Aguirre: Lo que me sale de la raba del calamar..
Iglesias: ¿Por qué no condena usted a Manuel Fraga por ser Ministro en los tiempos de Francisco Franco?
Aguirre: ¿Por qué no condena usted a Josef Stalin?
Iglesias: ¿Y usted a Adolf Hitler?
Aguirre: ¿Y usted a Nicolae Ceaucescu?
Iglesias: ¿Y usted a Lawrence de Arabia?
Aguirre: ¿Y usted a Gary Cooper?
Iglesias: ¿Y usted a Lina Morgan?
Aguirre: ¿Y usted a Vladimir Lenin?
Iglesias: ¿Y usted a Primo de Rivera?
Aguirre: ¿A Miguel o a José Antonio?
Iglesias: A los dos.
Aguirre: Cuando usted lo haga con Juan Negrín y Santiago Carrillo.
Iglesias: Solo si condena usted a Alfonso XIII.
Aguirre: Pues condene usted a Mateo Morral.
Iglesias: Claro, y luego la invito a cenar en el Ritz.
Aguirre: Con postre incluido si condena también a Errico Malatesta.
Iglesias: ¿Y por qué no hace usted lo mismo con Mateo Sagasta?
Aguirre: ¡Albricias! ¿Qué te hizo a ti Sagasta? ¿Eh? A ver.
Iglesias: Lo mismo que Cánovas del Castillo.
Aguirre: Pues a mí me toca mucho las narices Karl Marx y Friedrich Engels. Vaya usted condenándolos, que me se enfría la ensalada.
Iglesias: Si usted le suma a los Austria, que me tienen hasta la coleta.
Aguirre: ¿Los mayores o los menores?
Iglesias: Todos, redios, que me está entrando el hambre.
Aguirre: Quizás podría darle una colleja a Carlos II, pero a los demás, nanai de la China.
Iglesias: Pues aviados estamos.
Aguirre: Aviado estará usted, Pablete, que me tiene atragantada a la altura de la glotis.
Iglesias: Bueno, venga, ¿condenamos a unos cuantos y luego nos damos la mano?
Aguirre: Ya te llamo si eso cuando pague la multa del párking.
Iglesias: Entonces estamos de acuerdo en que no condenamos nada.
Aguirre: Con usted no estoy de acuerdo más que estando en desacuerdo.
Iglesias: Concuerdo.
Aguirre: Pues ya es un avance.

viernes, 8 de agosto de 2014

El verdadero caso de Jordi Pujol

Hace poco tiempo, en una galaxia más bien cercana, existían dos facciones adversarias: los dendritos y los cagapinos. Los dendritos, del planeta Dendros, solían vagar con las manos -ocho- en los bolsillos -siete- y gustaban de una vida fácil y placentera, pues su sistema de organización era sencillo: no conocían el capitalismo ni el socialismo y solo necesitaban sendas fuentes de energía y materia para subsistir, que obtenían lamiendo fango de las piedras y luego masticando las piedras. Su vida era amena y distendida; su existencia, afable y pintoresca; sin embargo, su sociabilidad era como un pepino en vinagre. Exterminaban cuanta vida encontraban en Dendros, desde los malacondritos hasta los gilipomperos, especies semejantes a los cangrejos cacerola terrestres pero bípedos, de simetría bilateral y deuteróstomos: oséase, que el ano les salía por el blastoporo de la blástula dentro del desarrollo embrionario. Aun así, encontraban una resistencia feroz en los cagapinos, oriundos de Cagapín, que utilizaron Dendros como una colonia interestelar. Los cagapinos eran seres expeditos, de simetría radial, con tentáculos prénsiles en lo alto de una cabeza coronada por cristales de oxicoronita que se clavaban mutuamente para reproducirse, y protóstomos, por lo que el culo era el culo y la boca era la boca, de toda la vida.

Aunque los dendritos aludieron a diferencias sobre el blastoporo para aleccionar a los cagapinos, la verdad es que su naturaleza belicosa los hizo cargar con saña contra los pocos colonos de Dendros. Cargados con palos de circonita, grapadoras de diamante y gomas de borrar Milán, azuzaron a los extranjeros para que abandonaran el planeta. «Me'lé aftori'de o quete'dén» era el lema que coreaban los dendritos, que en castellano significa: «Vamos a daros hasta en el carné de identidad». Los cagapinos, tozudos pero diplomáticos, expidieron como respuesta un dossier de veinticinco páginas aludiendo razones para establecer una colonia permanente en Dendros e inaugurar relaciones diplomáticas con sus vecinos. Pero los dendritos no solo no sabían leer, tan triste era la situación de su civilización, sino que endiosaban al papiro, dado que Papiris era su único Dios, y verlo manchado de tinta de sepia terrestre era la peor ofensa que alguien podía hacer a Papiris. Con lo cual, los dendritos cargaron contra los cagapinos en la conocida Primera Batalla Ridícula, que exterminó de la faz de Dendros a los segundos. Y con sus cadáveres hicieron un último trabajo antes de volver a vagar con las manos -ocho- en los bolsillos -siete-, a modo de ofrenda a Papiris: prensarlos en una única masa celulósica, dividirlos en series rectangulares y otorgarles nombres ofensivos: 5 -en español, sarasa-, 10 -equivalente a pichafloja-, 20 -que viene a significar cenutrio-, 50 -cara de pandereta-, 100 -bocachancla- y 500 -me cago en tu estampa y en toda tu estirpe-.

Estos tributos a Papiris eran de forma tan similar a los billetes en circulación dentro de la Unión Europea del planeta Tierra que cualquier banco con mala praxis -Bankia, sin ir más lejos- los habría utilizado como moneda legal. Y he aquí el quid de la cuestión: porque un homenaje que habría de ser guardado en el templo a Papiris salió expedido a la galaxia por el pésimo estado del sistema de calefacción del santuario. La explosión provocada por su mal estado lanzó el tributo hecho con los cadáveres de los cagapinos a la galaxia exterior a una velocidad de vértigo, con tan mala suerte que cayeron, varios miles de años después, en el planeta Tierra, cuya escala trófica está coronada por el ser humano, una especia animal cordada, mamífera, vertebrada y deuteróstoma que vive apilada en colmenas de ladrillo llamadas edificios y se da el lujo de utilizar un sistema de reproducción dioico en vez de la gemación o la bipartición, como Dios manda.

Un localizador GPS asociado al tributo a Papiris posicionó la colisión en Ultramort, un pueblo de la comarca del Ampurdán con 208 habitantes según una cosa llamada INE. Y entre ellos, de vacaciones, estaba un tal Jordi Pujol i Soley, que según la Wikipedia es «un ladrón catalán», el cual miró con expectación el fajo de cadáveres de los cagapinos. Confundiéndolos con billetes en circulación, y oteando ora a un lado ora a otro para ver si venía alguien, los cogió, no sin antes llamar a Oriol Pujol, fruto de las relaciones con una progenitora del sexo contrario.

-"Fill meu, my son, mon fils...".
-"¿Qué coño quieres, pare?".
-"Que me lleves este dineral que me he encontrado a Andorra".
-"¿Más dinero? ¡Ya no hay más cajas fuerte en Andorra! ¿Pero de qué dineral me hablas?".
-"De uno que ha llovido del cielo".
-"Ya, claro, y yo voy y me lo creo".
-"Si mi propio hijo, mi fill, mi son, mi fils no me cree, ¿cómo me va a creer el Fisco del Estat opresor español?".
-¿Con quién hablas, pare?".
-"Calla, fill meu, my son, mon fils, que no te enteras, tonto del culo, ximple, que eres un ximple, y ven de inmediato".
-¿Qué coche quieres que lleve?
-"El Testarrosa".
-"¡Jo, pare, déjame conducir el Lamborghini!".
-"Antes me hago madrileño".
-"Cachis...".

Y este es el turbio y verdadero origen del dinero oculto de Jordi Pujol, manchado con el líquido intravascular de los nefridioporos de los cagapinos muertos en la Primera Batalla Ridícula contra los dendritos. Resuelto el misterio, es lógico que Pujol no se atreva a confesar el origen del monto de dinero, dado que nadie le creería y sería objeto de una burla sistemática entre el populacho, siempre mal pensado, que no es capaz de entender que un cagapino puede convertirse en dinero contante y sonante con las presas hidráulicas y la avanzada tecnología de los dendritos.

jueves, 7 de agosto de 2014

La renta básica universal de Podemos


Cuando leí por primera vez el programa electoral de Podemos, la nueva formación política liderada por Pablo Iglesias, me llamó la atención un apartado en el que proponían la asignación de una renta universal básica a todos los ciudadanos españoles "por el mero hecho de serlo". Una renta que equipara a todos usando un único rasero, de lo que se desprende que tanto un fontanero de barrio como Emilio Botín percibirían dicha renta. El párrafo en cuestión dice lo siguiente:

«Derecho a una renta básica para todos y cada uno de los ciudadanos por el mero hecho de serlo y, como mínimo, del valor correspondiente al umbral de la pobreza con el fin de posibilitar un nivel de vida digno. La renta básica no reemplaza al Estado de bienestar, sino que trata de adaptarlo a la nueva realidad socio-económica. Sustitución de las prestaciones sociales condicionadas menores a la cuantía de este ingreso básico. Financiación a través de una reforma progresiva del IRPF y de la lucha contra el fraude fiscal».

Aun sin ofrecer cifras en su momento, su logro en las elecciones europeas del 25-M puso a Podemos en el centro del huracán mediático, destinado a una mayor concreción de sus medidas de cara a las elecciones al Parlamento español en 2015. Entre ellas, la famosa renta básica universal. En el Círculo de Economía, Podemos admite que la renta incluiría a todos los ciudadanos sin excepción -Borja Thyssen sería perceptor- y que su coste oscilaría en torno a los 250 000 millones de euros. Permítanme que lo ponga con todos los números: 250 000 000 000 euros. Del tirón. De un soplo. Que se dice pronto. 250 millones de euros.

Unos cálculos básicos sin necesidad de ser economista, o incluso tomando datos de analistas económicos tanto de medios de comunicación liberales como progresistas, nos hace ver que esa cifra supone entre un 20 y 25% del producto interior bruto a sumar al gasto público, que pasaría de un 45% del PIB actual a un 65-70%. Esto, para que lo entienda el ciudadano de a pie, significa que el dinero que Papá Estado gasta en nosotros sería más de la mitad de los bienes y servicios que produce España, y que de cada millón producido, 250 000 euros se destinan única y exclusivamente a la renta universal. Y por tanto, ¿cómo financiaría el Estado la renta universal básica? Elemental, querido Watson: subiendo los impuestos. Podemos reconoce, en su programa electoral de las elecciones europeas, que la financiación se realizaría mediante una reforma progresiva del IRPF, un bonito eufemismo para decir que los impuestos aumentarían.

Teniendo en cuenta que la carga fiscal que sufren los españoles ya es para hincharnos los cojinetes, una hipotética llegada al poder de Podemos y la aplicación de su programa sobre la renta universal básica sería algo cercano a una hecatombe económica, lo cual ya es mucho decir teniendo en cuenta la situación actual de ajuste económico del Partido Popular a espaldas de necesidades sociales básicas. No solo se trata ya de una subida de impuestos mayor de lo que nadie conoció en su vida, sino de la principal repercusión social: la desmotivación de la población hacia el trabajo. Mientras unos plantean la posibilidad de igualar con el mismo rasero a toda la población por el mero hecho de ser ciudadanos y otorgarles una renta básica mensual porque sí, por apetencia del Régimen, a otros, entre ellos un servidor, nos inculcaron desde jóvenes la motivación por trabajar a diario, por esforzarnos en marcar y conseguir objetivos, por mostar voluntad e interés por el estudio y sobreponerse a malas rachas para dinamizar nuestros proyectos.

Por el contrario, las bravatas hippies de esta organización no solo traerían una inestabilidad inimaginable a nuestro país, dado que el mero hecho de percibir una renta desmotiva a la gente para encontrar un trabajo, sino que son un aliciente desmotivador sobre generaciones jóvenes a las que movilizan en pro de la ociosidad. Permiten que la población se pregunte para qué esforzarse, si incluso siendo menor de dieciocho años vas a percibir una paga del Estado. Para qué estudiar, para qué trabajar, para qué moverse. ¿De verdad es esa la imagen que quiere transmitir Podemos? ¿De verdad quiere contribuir a estabilizar la situación económica de España o por el contrario quiere emular la situación laboral y social de un paraíso leninista en el que todos trabajamos por y para el Estado? Supongo que el siguiente paso sería salir del euro, tal y como propone Juan Carlos Monedero desde Argentina, y sumirnos en una imagen sepia que nos devuelva al siglo XIX. Seguir leyendo: http://www.libremercado.com/2014-08-06/podemos-admite-que-su-renta-basica-costaria-unos-145000-millones-extra-al-ano-1276525430/ 

No obstante, un sector de los futuros votantes de Podemos no entrarán siquiera a valorar las cifras: en un experimento internauta que realizo a diario, observo cómo centenares de jóvenes siguen como redil de ovejas lo escrito desde la organización, sin espíritu crítico, de la misma forma que los militantes de otros partidos. Cualquier intento por razonar, por las buenas o por las malas, es inútil. Porque la respuesta está prefabricada e instalada en la mente: que yo, casta -y pura-, estoy acojonado y muerto de miedo (?) porque claro que podemos y a por ellos oé oé oé y qué facha eres seguro que votas al PP o al PSOE que son lo mismo y a ver qué va a ser eso de criticar a Pablo y al menos déjalo gobernar que seguro que lo hace mejor que estos que son todos unos corruptos y unos facinerosos y claro que podemos cómo no vamos a poder si por poder puedo hasta poner un huevo.Seguir leyendo: http://www.libremercado.com/2014-08-06/podemos-admite-que-su-renta-basica-costaria-unos-145000-millones-extra-al-ano-

1276525430/- Seguir leyendo: http://www.libremercado.com/2014-08-06/podemos-admite-que-su-renta-basica-costaria-unos-145000-millones-extra-al-ano-1276525430Seguir leyendo: http://www.libremercado.com/2014-08-06/podemos-admite-que-su-renta-basica-costaria-unos-145000-millones-extra-al-ano-1276525430/
  - Seguir leyendo: http://www.libremercado.com/2014-08-06/podemos-admite-que-su-renta-basica-costaria-unos-145000-millones-extra-al-ano-12765254

miércoles, 6 de agosto de 2014

Protectorados británicos y conflictos étnico-religiosos: Sudán


Es curioso que allí donde los amigos de la pérfida Albión han posado sus gloriosas nalgas, hayan dejado una estela de conflictos que, a día de hoy, siguen sin resolverse. En la anterior entrada, el camarada Nemesio ha hecho un análisis brillante del conflicto Gaza-Israel, anteriormente protectorado británico, y también en guerra constante. La antigua Nubia pasó de la órbita islámica, y posteriormente parte del Imperio Otomano, a depender de Egipto, y de ahí a convertirse en parte del Imperio Británico. Hasta 1956 Sudán no consiguió su independencia, pero ya un año antes había empezado la guerra civil que dura hasta nuestros días. Los amigos británicos, otra vez, que no tuvieron en cuenta las diferencias étnicas y religiosas que separaban a los dos territorios.

El norte de Sudán es árabe e islámico: durante el siglo VII, el Islam se extendió a base de tortas allá donde pudo o le dejaron, aunque la pobreza del territorio nubio permitió sobrevivir a los cristianos, alojados hasta hoy en el sur. Los británicos mantuvieron ambos territorios separados, pero cuando la independencia llegó, en forma de un sólo país y sin estado federal que permitiese la autonomía del sur, se armó la marimorena. Y así hasta hoy. Durante la primera guerra civil, que mantuvo a tortas el norte y el sur durante diecisiete años, murieron medio millón de personas, y sólo once años después se volvió a liar parda. De 1983 hasta 2005, casi dos millones de personas murieron en el sur de Sudán y unos cuatro millones fueron desplazado. Darfur os suena, ¿verdad? Durante todo este tiempo, el gobierno de Khartoum llevó a cabo una limpieza étnica, o lo que es lo mismo, una de las palabras preferidas del progre español: genocidio. Amén del drama de los niños soldados...

Sólo en 2011 consiguió Sudán del Sur convertirse en estado independiente, con capital en Juba, y aún así sigue sufriendo los embates del norte y las milicias islámicas de los países vecinos. Creo que no os lo he dicho, pero Sudán del Sur es el único estado laico de la zona, rodeado de países islámicos donde la Sharia se impone. Sudán del Sur, de mayoría cristiana y animista, carece de recursos para defenderse, a pesar de su riqueza natural, ya que abundan los pozos petrolíferos.

Sudán del Sur vive en guerra constante, atacado por sus vecinos, sin poder defender a su población porque no tiene la capacidad militar que tiene Israel. Si la tuviese, estaríamos viendo a diario en las noticias a los subsaharianos cristianos demonizados por defenderse del terror del Islám. Como no es el caso, somos muy pocos los que condenamos el suplicio al que han sometido sus vecinos a Sudán del Sur. No hay pobres niños gazaties en las noticias asesinados por crueles sionistas, así que, ¿a quién le importa?

Gaza y los tontos útiles

La Operación Margen Protector ha originado un renovado debate sobre el largo conflicto palestino-israelí. Y de forma similar a la punta de un iceberg, por debajo de un mínimo y razonado debate subsiste la apasionada verborrea de una muchedumbre apesebrada por la mass media. Un debate que siempre tiene un claro perdedor: el Estado de Israel, al que una parte de la izquierda occidental tacha de genocida, de asesino, de colonizador, de robar tierras, de violador de derechos fundamentales y de la muerte de Chanquete de forma sistemática. A estas alturas del siglo XXI resulta revulsivo, por no decir asqueroso y lamentable, que la izquierda -europea en general y española en particular- utilice las redes sociales para propagar y difundir mensajes, fotomontajes y videos que equiparan al Estado de Israel con la Alemania nazi. En ese "profundo" y "somero" análisis tenemos a políticos de IU y Podemos que no dudan en utilizar las leyes de propaganda de Goebbels para vulgarizar el conflicto y apesebrar el cerebro de su fiel y displicente rebaño, siempre dispuesto a compartir sus cuitas en Facebook o Twitter con los medios fabricados en el Occidente neoliberal y comeniños. Paradojas de la vida.

Y es que resulta fácil entender su mentalidad cuando los medios de comunicación, desde cadenas de televisión hasta agencias de prensa, abren las noticias con el número de civiles muertos en el conflicto. Recuerden que, irónicamente, Israel es el único Estado combatiente que mata civiles, y que en ninguna otra guerra se da esta circunstancia, por lo que los reporteros, las agencias y las televisiones hacen especial hincapié en los civiles. Nunca se dio tan desagradable circunstancia y tampoco nadie se para a pensar en el por qué de una cifra elevada: no hay espíritu de raciocinio en Occidente para pensar que Israel lanza contraofensivas a zonas desde las que Hamás ataca a Israel. Además, para más inri, los medios se "olvidan" de mencionar estos ataques. Y a partir de aquí, la rueda de molino mueve el agua del rencor y del odio contra Israel y se hace creer que las muertes son una deliberada estrategia genocida para colonizar más espacio vital y destruir al pueblo palestino, creando un batiburrillo mental en el que los panfletarios establecen nuevos paralelismos con el nacionalsocialismo alemán que repiten ad nauseam.

Pero, ¿qué puede hacer Israel cuando nadie en Oriente próximo garantiza su supervivencia? ¿Qué puede hacer cuando ningún país vecino lo reconoce como Estado? ¿Qué puede hacer cuando la franja de Gaza no la controla la ANP, sino un grupo radical, Hamás, reconocido como organización terrorista a nivel internacional, que tiene como único propósito aniquilar a los judíos? La yihad que encabeza Hamás, con un uso indiscriminado de la población civil, llama a exterminar un pueblo que es la punta de lanza de Occidente, del paradigma que contraria una mentalidad radical sobre los valores del islamismo. Y es que, ¿cómo puede aceptar Hamás, o sus equivalentes en otros países de Oriente, la igualdad de hombres y mujeres, la separación entre Iglesia y Estado, la igualdad de todos ante la Justicia sin distinción de origen, raza o sexo, cuando Alá dictó una Ley inquebrantable que debe ser suprema?

Para ello, a sabiendas de que le resulta imposible ganar en el campo de batalla, la organización promueve una guerra propagandística con imágenes de su propio pueblo, mártir frente a las bombas del enemigo. Una guerra que da sus frutos cuando un sector de la población en Occidente criminaliza al pueblo de Israel olvidando la situación sociopolítica que vive Gaza, con una población civil que sufre una teocracia radicalizada solo comparable a la República Islámica de Irán. El sueño de todo occidental, vamos. Porque en el fondo, a los tontos útiles de Occidente les importa un rábano los niños o las mujeres gazaríes, igual que tampoco mueven un dedo por los muertos de Hezbollah en la Guerra del Líbano, por los civiles fallecidos en Siria o por la futura e inmediata ablación de miles de mujeres en el nuevo Estado Islámico de Iraq y Siria: las víctimas solo son importantes si son aplastados por bombas del enemigo sionista, con el fin de sacar un rédito político en el país de turno. Otros, por el contrario, sí lamentamos profundamente sus muertes al mismo tiempo que no silenciamos a propósito a las víctimas de otros conflictos de menor interés mediático o político para la progresía occidental como la persecución y asesinato de cristianos en Mosul.

Y mientras sobre Occidente llueve la propaganda de la mass media, la misma que luego critican por servir a los intereses gubernamentales del Partido Popular, los tontos útiles llaman a la movilización contra el Estado criminal y genocida de Israel y enarbolan la bandera de Palestina, quizás sin saber siquiera qué era el Mandato Británico de Palestina, qué significa el sionismo o sin haber leído la Resolución 181 de la ONU. Les da igual. Piltrafas los unos, equivocados los otros, pero siempre liderados por el sátrapa de turno con ínfulas de llegar al poder, juegan al juego del progresismo yé-yé y del multiculturalismo sin entender que nosotros, Occidente, somos el siguiente paso en el conflicto palestino-israelí. Que Hamás, al igual que Hezbollah, el ISIS y otros grupos armados yihadistas, no solo encabeza una guerra de índole religiosa contra el "insidioso" judío, sino también una guerra ideológica y política contra los valores de Occidente que comienzan en la Democracia liberal de Israel; en la igualdad entre hombres y mujeres; en la igualdad de todos los ciudadanos ante la Ley sin distinción de sexo, raza o ideología; en la separación entre Iglesia y Estado.

De eso parecen no darse cuenta -o no quieren- los tontos útiles al servicio de la izquierda radical, que propaga abiertamente el antioccidentalismo y el antisemitismo en el seno de Occidente. Ellos, sumados al limitado pero vociferante antisemitismo pseudocientífico del siglo XIX con arraigo en un sector radical de la ultraderecha europea, son la paradoja de un continente a la deriva que no entiende cómo los judíos siguen empecinados en vivir como hombres libres en lugar de arrodillarse y optar por el sacrificio y la desaparición, recreando imágenes de Auschwitz y Mauthausen y que ahora añoran o incluso desean. Son ellos, con la parte de la sociedad muda y servil, la que ve con buenos ojos los disturbios en barrios marginales de Francia, cuna de la Europa actual, porque representan la lucha contra el sistema, contra el establishment, contra una Unión Europea que no les representa, porque les queda pequeña la Democracia y prefieren el servilismo al pensamiento crítico y razonado. Europa ya está en el cénit de su autodestrucción, lo suficientemente inmersa en una anodina burocratización y en lo políticamente correcto contra sus enemigos, internos y externos, como para darse cuenta de lo que viene por el Este. Israel sí.

sábado, 2 de agosto de 2014

Bienvenidos a La Sardina Colirroja

Estimados y agraciados plebeyos,

Es un orgullo y una satisfación escribir, con lágrimas de emoción en los ojos que emborronan mi visión y empañan mis gafas de cristal de culo, estas líneas previas a la apertura oficial de La sardina colirroja.

Este nuevo panfleto surge como una gaceta satírica sin gracia ni perdón de Dios con el dichoso objetivo de transformar la visión sociopolítica de este país, que a la postre sigue siendo España, si Dios no dispone de otra forma. O lo que es lo mismo, nace con la visión de tocar las napias al personal y soplarle los mocos a tente tieso, dando bofetadas ora por la diestra ora por la siniestra. No es un periódico, ni mucho menos, sino un intento por masacrar la ya mermada inteligencia del españolito de a pie, que Dios te guarde muchos años la sinrazón, y hacerle reír a mandíbula batiente con nuestras redomadas memeces hasta que le urga acudir al especialista clínico en articulaciones temporomandibulares.

En contadas ocasiones conseguiremos que usted, orate sin sentido común detrás de la pantalla, desborde las saturadas listas de la Seguridad Social con cuitas maxilares que le importarán un comino al profesional de turno. Pero también nos marcamos el objetivo de contarle la realidad disfrazada de sinrazón, desazón, paradigma, pragmatismo, paroxismo y prognatismo, aunque no sepa qué diantres significan tamaños vocablos, en un sentido diametralmente opuesto a la mass media de El País, La Razón, El Plural o eldiario.es, por pone unos ejemplillos de marcas de papel higiénico.

Porque en La sardina colirroja vamos a gozar de una neutralidad rayana en la merma psicológica sin parangón en el periodismo desde tiempos inmemoriales: reporteros con severas taras provocadas por el pago en forma de hongos alucinógenos le informarán sobre lo cotidiano y lo ufano, periodistas con alcoholismo crónico opinarán sin censura y abarcando todo el espectro político posible, desde el neoconservadurismo neoliberal —o sea, facha de mierda— hasta el ecosocialismo poderil —o sea, rojo de mierda—; cronistas de la prensa rosa le harán cosquillas en los sobaquillos a Rosa Benito y a Amador Mohedano hasta que vuelvan a contraer matrimonio; y aborígenes en taparrabo y con sordera parcial le informarán sobre las últimas tendencias en moda y sonido.

¿Y quien puede estar al frente de esta manada de elefantes bailando tangos en una cacharrería? Nemesio Cabra Gómez, un humilde servidor de Dios, la Patria y el centralismo, recién operado de apendicitis severa y con una raja en el peritoneo que cicatriza poco a poco gracias a chupitos de absenta que ingiero entre reportaje y reportaje. Un profesional en toda regla, dispuesto a obtener rédito político en Madrid y a hacer mella en la Corte del galán y benemérito Felipe VI de Borbón. Francisco Marhuenda, emérito director de La Razón, dijo de mí: "Es un mamarracho cursi y amanerado fruto de la relación del demonio con un chotacabras", mientras que Nachín Escolar, displicente presidente de Pravda, me elogió en los siguientes términos: "Joseph Goebbels a su lado era un camarero bonachón del Real Club de Tenis, con eso te lo digo todo". Se puede decir, por tanto, que tengo don de gentes y un currículum envidiable.

¿A qué espera para inscribirse a nuestro boletín de noticias?

Reciba un abrazo, un beso, un rosario, un osario y una flor de:

Nemesio Cabra
Director de La sardina colirroja